
Esos gatos del puerto de Donosti, que andan y se dejan fotografiar por ella con una calma pasmosa son yo creo, por de


Es como una catwoman, no sólo porque tenga esa belleza calmada e hipnótica de los felinos, y a una persona que tiene ese gancho con los gatos no le puede pasar nada malo. Siempre los tendrá a ellos. Maite tiene tal dominio sobre los gatos que hizo que este bonito gato de colores me esperara en la habitación del hotel para que no echara de menos durante mi estancia en San Sebastián a Claudia y a Liu.
Allí, en una ciudad felina, con esos pequeños paraísos, el puerto y los alrededores del Kursaal… esa ciudad que yo creo, nos hace un poco más gatos a quienes los adoramos. Esa ciudad donde sólo me han ocurrido grandes cosas.