jueves, 1 de mayo de 2008

Los gatos de Japón







Generalizar es útil para ordenar y entender la realidad, aunque al hacerlo dejamos con frecuencia fragmentos más o menos importantes de esa misma realidad que queremos entender. Así es que tenemos un dilema ¿renunciamos a comprender el mundo de una forma simple o nos abrimos a entenderlo en toda su complejidad con el riesgo que eso conlleva de, en el fondo, no entender nada?

Me hago esta pregunta con mucha frecuencia. Mi trabajo me obliga a ello, a cuestionar a cada momento todo lo que sé del mundo y de las personas. Y creo que eso es positivo aunque se traduzca en un relativismo que no siempre es del todo sano.

Todo esto viene a cuento de un post que tengo pendiente desde hace mucho tiempo; sobre Japón y sus gatos. Estereotipo sobre Japón y sus habitantes: fría educación y civilizada distancia. Me niego a repetir estereotipos sobre los gatos, ya se han escrito demasiado. Ya había echado por tierra todo eso que se dice de los gatos, y que no siempre es cierto. Pero me quedaba pasar por Japón para comprobar lo falso de algunas afirmaciones sobre Japón. Japón no es un país caro (al menos no es más caro que vivr en Madrid) Las japonesas (en femenino, porque es lo que más conocí) me resultaron cercanas, amigables y valientes (mucho sexismo sutil en Japón).

Japón nos ha dado algunos grandes gatos de ficción. Entre ellos a la Kitty, Doraimon y Milo, de la película Milo y Otis, que todo amante de los gatos no debería sólo ver, sino saberse de memoria. Y están también los gatos de verdad. En el Parque Ueno, en Tokio, conocí al que es quizá el ser callejero más amigable con quien me he topado. Y eso que es japonés. Y gato, para más señas. Y encima, negro. Le bastó que me pusiera de rodillas para llegar corriendo a subirse encima y restregarse por todas partes, maullando y ronroneando sin parar. Claro que otro, por más monerías que le hacías, no se dignó a salir de su siesta ni a abrir el ojo para mirar quién demonios la interrumpía. Y es que el relativismo, bien pudiera aplicarse también a los gatos.

4 comentarios:

nana dijo...

un beso. espero que estés bien.

nana dijo...

has dado en el clavo. adoro a anais nin.
un beso

catboy dijo...

yo dejé de escribir mi diario cuando descubrí los suyos. Todo estaba dicho ahí

Ariadna dijo...

Hola rapaz.

Espero que estes acabando bien la semana :). Como cuesta llegar la sabado.

Te he dejado un Premio en mi blog. No olvides recogerlo.

Un abrazo.